No caben dudas, que se ha desatado a través de los medios de comunicación social una “batalla” entre quienes defendemos el Matrimonio, base de la institución familiar y quienes pretenden desde la defensa de homosexualidad adquirir el estatus matrimonial para las uniones de personas del mismo sexo.
Es natural que los Cristianos de cualquier denominación y de sobremanera los Católicos, adoptemos la primera de estas posiciones dado que la llama que forja y mantiene nuestra moralidad se alimenta y fundamenta en la institución Familiar, la familia es para nosotros la matriz donde forjan mamá y papá, la Fé y la moral que nos sustenta.
Se ha tratado como siempre, cuando se debate en la sociedad un tema que roza o está ligado a la moral del hombre, de descalificar a La Iglesia y a todo aquel que osara sustentar lo que piensan manifestando su Fé.
Los argumentos son descalificativos, mandaces y tendientes cuando no directos a tratar de ridiculizar estas posiciones con la falsedad del modernismo y la estupidez de la rotulación de medieval al pensamiento Católico, como si este no hubiese sido en estos dos mil años la esencia y sostén del occidente.
Pero alejándonos de la manía impuesta de revolcar todo en el lodo para que nada sea puro y diferente. Consideremos algunas cosas sencillas y comunes a todos con más y menos Moral.
Todo hombre o mujer tiene en algún momento de la vida, la necesidad de realizarse como persona, no hablamos de lo profesional, ni lo económico, hablamos estrictamente desde lo humano, es allí donde la familia tiene su razón de existencia, la unión de ambos y el advenimiento de los hijos que son la consolidación y fortaleza del matrimonio.
Los matrimonios que por distintas razones no pueden concebir se sienten frustrados y cuando acertadamente acuden a la adopción superan esa frustración fortaleciendo la institución que fundaron.
Esto no lo pueden hacer dos personas del mismo sexo.
En primer lugar, es porque su unión es fecundamente yerma y sin remedio por antinatural, ninguna unión de dos machos o dos hembras en la naturaleza pueden procrear algo.
Querer falsear una familia con dos personas del mismo sexo permitiéndoles adoptar un niño, es tan falso como que dos personas se disfracen de vaca y se las reconozca por ley como un cuadrúpedo y alguien pretenda ordeñarla
Una de la razones esgrimidas falsamente para justificarse por quienes defienden la posición homosexual, es que formada la pareja, estos no pueden tener derechos sucesorios.
Otra de las razones es que si uno de ellos adopta un niño y muere el otro no puede legalmente reclamar la paternidad o maternidad del niño.
Y la tercera es que hay muchos niños sin amor y que los homosexuales podrían adoptar y llenar ese vació.
La primera de las razones, es un tanto endeble, pues bastaría con legislar una ley pertinente con lo que el tema quedaría superado.
En cuanto a la segunda nos parece una aberración, habiendo miles de matrimonios que desean adoptar y se les niega mediante una ley de adopciones nefasta por engorrosa y burocrática como la que rige, y al mismo tiempo es incomprensible que algunos Jueces durísimos en cuanto a observar a los matrimonios aspirantes a una adopción, les otorga graciosamente adopciones a personas solteras.
No se basen en consideraciones de tipo moral si estas les incomodan, lean a Signund Freud y verán que todo niño necesita para su sano desenvolvimiento físico y mental una fuerte figura paterna y materna, hecho fundamental según el padre de la psicología moderna.
El mismo Freud no nos cabe ninguna duda, siendo homosexual apoyaría a quienes defendemos la institución familiar por todo lo que escribió a lo largo de su vida, solo por defender la salud mental del niño a adoptar.
La tercera ni siquiera es seria, considerarla es una sensiblería tan entupida como inviable, pues los niños abandonados en las calles no son huérfanos, sino víctimas de la marginación, la pobreza y la desidia criminal de los gobernantes en tantísimos años de deterioro del tejido social.
Por último les pedimos que dejen de intentar corromper más a la sociedad sodomizándola.
Lo que es bueno, lo que es malo, lo que es sublime, lo que es perverso, lo que esta bien, lo que esta mal, no tiene tiempo porque es permanente e inalterable.
No se dejen arrastrar por quienes ocultamente con mucha sutileza, pretenden acabar con el ultimo reducto de esencia humana, LA FAMILIA, quien va contra ella, va contra La Vida, el Hombre y su verdadera Libertad.
U.N.O.
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